Líquido de Cadet: El primer compuesto organometálico

QUÍMICA

7/26/20251 min read

En 1760, un químico francés poco conocido, Louis Claude Cadet de Gassicourt, hijo ilegítimo de un miembro de la realeza, realizó un experimento peculiar y aparentemente sin propósito claro. En su laboratorio, calentó acetato de potasio con óxido de arsénico. El resultado fue una sustancia que parecía salida de una pesadilla:

Un líquido negro, espeso, fumante al contacto con el aire, que se incendiaba con facilidad y tenía un olor absolutamente insoportable.

Lo que Cadet había creado, sin saberlo, fue el primer compuesto organometálico de la historia.

Este extraño líquido —estudiado con más detalle setenta años después— contenía una mezcla de cacodilo y óxido de cacodilo, compuestos con átomos de arsénico firmemente enlazados a cadenas de carbono. Esto rompía con la química tradicional de la época: hasta entonces, se creía que los compuestos orgánicos solo estaban formados por carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y unos pocos elementos más.

El cacodilo (del griego kakodes, "de olor fétido") no solo apestaba: representaba una nueva frontera en la química, al demostrar que un metal —el arsénico— podía formar parte de una estructura típicamente orgánica. Así nacía la química organometálica.